La tecnología reconfigura nuestro mundo a un ritmo acelerado, y adaptarnos a esos cambios se ha convertido en una habilidad que, muchas veces, damos por sentada. En un entorno cada vez más híbrido, el 2023 será un año en el que la accesibilidad se presente como un gran desafío para compañías, organizaciones y gobiernos.
La accesibilidad tiene como objetivo plantear una mirada que logre desarrollar productos y plataformas digitales que puedan ser utilizados por la mayor cantidad de personas posible, independientemente de sus conocimientos o capacidades y de las características técnicas del equipo que utilicen para el acceso. Hoy, las compras diarias, las capacitaciones o estudios, los trámites personales e incluso las consultas médicas pueden realizarse en el mundo virtual. Esta migración, que llegó para quedarse, requiere entender que no todas las personas tienen las mismas posibilidades de adaptarse a esta transformación, esencial para su inclusión en la sociedad.
Si consideramos que el 10,2% de los habitantes en Argentina vive con algún tipo de discapacidad, podríamos pensar en la accesibilidad como una oportunidad para abordar las necesidades de un importante segmento de nuestra población. Sin embargo, si tenemos en cuenta que nadie está exento de padecer limitaciones temporales, como puede ser tener sensibilidad a los ruidos fuertes o a la luz extrema, o circunstanciales, como por ejemplo no comprender el idioma local, el alcance e impacto de este abordaje es aún mayor.
Cómo trabajar un enfoque accesible
Existen diferentes pautas y guías para desarrollar páginas web y plataformas accesibles. Las más importantes son las WCAG (Web Content Accessibility Guidelines) que ofrecen un estándar único y universal para desarrollar contenido web que sea accesible para todas las personas que interactúen con este.
Estos estándares plantean diferentes niveles de alcance. Asociarse a profesionales que puedan identificar cuál es la estrategia de accesibilidad conveniente en función de las posibilidades y requerimientos del proyecto, es fundamental para llegar a un resultado exitoso. Además de conocer las reglas de juego, los especialistas aportan una mirada integral y atenta; ejecutan diversas pruebas manuales y automatizadas con tecnologías asistivas y herramientas automáticas, aplicando técnicas para el análisis de contraste de color, legibilidad y comprensión, entre otros. Esto quiere decir que se identifica el nivel de accesibilidad que se utilizará en el producto digital y se realiza una auditoría determinando las prioridades de la gestión, sin dejar detalles librados al azar. Esto puede incluir:
- Hacer un análisis exhaustivo del diseño visual, el estado y la estructura de la página web, el área interactiva y de cómo debería ser la funcionalidad respecto de los distintos tipos de navegación, entre otros.
- Conocer los lineamientos y estándares para manejar los matices. Por ejemplo: un “bajo contraste” no es considerado accesible, pero tampoco es correcto que sea excesivo, porque puede ser perjudicial para otros tipos de discapacidades. No hay colores prohibidos, sino combinaciones que son más accesibles que otras.
- Reconocer que la simbología debe ir de la mano del color para que toda la información transmita el mismo mensaje.
- Hacer foco en la lingüística: la composición de los textos debe respetar la lingüística, y las mayúsculas y/o minúsculas deben ser utilizadas según la convención del idioma. La tecnología texto-a-voz (TTS por sus siglas en inglés) es un tipo de tecnología de asistencia que lee en voz alta textos digitales. Un alt text o un título escrito en mayúscula será leído con énfasis, lo que puede confundirse con un grito y transformar el sentido del mensaje.
Según un reporte de la organización WebAIM, menos del 1% de los sitios web en todo el mundo cumplen con los principales requerimientos de accesibilidad. Sin embargo, cada vez son más las compañías, como Apple, que ponen a la accesibilidad en el centro de la conversación.
En R/GA, colaboramos con el Royal National Institute of Blind People, Google y The Guardian, para desarrollar una experiencia editorial optimizada para la accesibilidad. Auditorial es una plataforma editorial digital que puede configurarse de 22 formas distintas para ajustar tamaño de la fuente, combinaciones de colores para adaptarse a usuarios fotosensibles, versiones de audio para usuarios con baja visión y controles de video para usuarios sensibles al movimiento, entre otras cosas.
“El servicio de la universalidad” es el concepto alrededor del cual se construye la accesibilidad. Para eso, es necesario desmitificar dos puntos: que la accesibilidad web solo beneficia a las personas con discapacidad y que los que no tenemos una discapacidad hoy estamos exentos de poseerla en el futuro. Nuestras discapacidades, ya sean permanentes, temporales o circunstanciales, no deben convertirse en una limitación; y está en manos de los creadores de contenidos digitales, las compañías y gobiernos, incorporar a la accesibilidad como una dimensión más de sus proyectos.
Más allá del cumplimiento con las regulaciones existentes, desde una perspectiva de negocio, este enfoque permite a empresas y marcas dirigirse a nuevas audiencias, construir sobre un propósito de marca, mejorar su visibilidad y rendimiento en Google al tener una estructura saludable y, sobre todo, dar un servicio a la comunidad al mejorar la calidad de vida de los individuos, fomentar la integración, inclusión y la participación de las personas en la comunidad digital.
