Digitas Buenos Aires y Oreo hicieron un experimento social con familias reales, basado en comentarios de padres y madres, que fueron compartidos a través de redes sociales, para que los participantes debatan en torno a ellos. A partir de todos los aprendizajes obtenidos durante esa etapa de la campaña, la agencia y la marca de galletitas, con el apoyo de Spark, lanzaron una nueva propuesta: un juego que responde al propósito de la marca de “generar más momentos de conexión a través del juego”.
La iniciativa cuenta con una versión física, que se vende en Last Miller y cuyos fondos serán donados. Además, la campaña incluyó acciones durante las vacaciones de invierno, en estaciones de subte, donde se invitaba a las personas que pasaban por allí a realizar los trayectos jugando con las imágenes de la marca; también la participación de influencers, materiales en cine, vía pública, redes, entre otras activaciones.