FS: Para nosotros fue un Lápiz bastante especial, ya que por distintas vías nos llevamos dos premios: el Oro de TV por el comercial que dirigieron Augusto Giménez Zapiola y Ale Rey para YPF y Mercado McCann, y el Oro de Música por la banda que hizo Lucas Zapiola (de Bigotes Música) para el comercial “Pequeños gigantes”, de Coca-Cola y The Cyranos. Todo el equipo muy contento…
RLR: Más allá de estas alegrías, ¿cómo ves el momento actual de la actividad?
FS: Raro, complicado… con limitaciones presupuestarias que exigen mucho ingenio para no tener que bajar la puntería. Ojo, no nos asusta el esfuerzo extra; al contrario, nos resulta estimulante, nos pone más agudos, nos exige más cabeza. El tema es que, a veces, por más cabeza que le metas, si los números no dan, preferimos no embarcarnos y quedar a mitad de camino.
RLR: Volviendo al comercial de YPF, no veo que eso ocurra. Hay una buena ambientación de época, muchas locaciones, se siente “grande”.
FS: Bueno, era un comercial para celebrar los 100 años de YPF, forzosamente tenía que ser grande.
RLR: Y lo es. Las imágenes son muy atractivas, el texto es muy bueno. Lo que no me gusta tanto es esa recurrente tendencia de ir a los collages, me hace acordar un poco a los años 80 en los que usábamos y abusábamos de ese lenguaje.
FS: Al querer mostrar el alcance nacional del cliente y tratándose de un festejo tan importante, tuvimos que recorrer varias regiones de nuestro querido país, lo que tal vez le dio al comercial una apariencia de collage. Sin embargo, dentro de ese formato, también se pudo contar una historia. Pero es cierto lo que decís, hay mucho collage. Teniendo una formación teatral como la que tengo, extraño un poco esa manera de comunicar que, cuando está bien hecha, es muy efectiva.
RLR: Lo bueno de las historias es que las podés contar. Quiero decir: viste el comercial, te gustó y se lo podés contar a alguien. Los collages son muy difíciles de relatar, lo que hace que se corte el boca a boca. Dicho esto, debo admitir que en los 90 también estábamos un poco sobrepasados de historias… había algunas muy buenas, pero otras eran solo chistes esponsorizados.
FS: Sí… igual, entre las dos tendencias, me quedo con las historias, bien contadas, con buen arte, buena luz y buenos actores. Ya volverán, todo vuelve.
RLR: Así es. Hablando de “ayer, hoy y mañana”, ¿los equipos de filmación de publicidad siguen siendo tan aparatosos como en otras épocas, o también se adaptaron a los tiempos que corren?
FS: Los equipos los necesitás, donde achicamos fue en los tiempos de preproducción. Ahora se resuelve todo en menos días, aunque mucho más intensos. No hay tanto tiempo para probar cosas, las circunstancias te obligan a ser más certero.
RLR: ¿Qué te pareció el comercial de Philco que ganó el Plata, el del perro que mira la aspiradora? Sé que forma parte de una campaña más grande, pero esta ejecución no me pareció tan relevante.
FS: Es posible que haya influido lo que recordábamos de la campaña grande; de todos modos, nos pareció una ejecución correcta dentro del material que había para juzgar.
RLR: Dos comerciales que me impactaron, no por las buenas razones, fueron los de la crema antihemorroidal: el del buen mozo que confiesa cuánto le duele el “culete” cuando anda a caballo y el de las señoras que amenizan el té hablando de sus almorranas… ¿no había una mejor manera de comunicar ese producto?
FS: Uy, es cierto. Entiendo que es un producto muy difícil, pero el camino que eligieron es raro.
RLR: Todo es muy impresionante. Los diálogos y el demo, con esa especie de “alien” colorado que se va achicando, te hacen fruncir el c… Tal vez era el efecto buscado.
FS: En general parecería que este tipo de problemáticas se solucionan mejor con un poco de humor, pero nunca se sabe, la creatividad a veces va por caminos inesperados.
RLR: Ponele… por el mismo camino parecen marchar los “monólogos de la vagina”, de Araceli y Dolores Barreiro, ¿no?
FS: Qué sé yo… está bueno que se toquen esos temas sin pruritos, pero no sé si lo que vimos es la mejor resolución.
RLR: Había un comercial con Jey Mammón, un tipo piola, rápido y carismático, muy poco aprovechado. ¿Lo recordás?
FS: Lo recuerdo y coincido. Cuando convocás a ese tipo de figuras, tenés que aprovecharlas. El problema es que algunos personajes están muy identificados con cierto lenguaje y a veces hay que adecuarlo a nuestro mensaje para no correr riesgos innecesarios.
RLR: Hace poco pasaba lo mismo con una campaña que protagonizaba Moldavsky. En el primer segundo su presencia te atrapaba, pero enseguida el comercial se transformaba en algo que podía haber sido protagonizado por cualquier otra persona. Un recurso que ya parece ser una tendencia son los juegos de palabras. Creo que hace 4 o 5 Lápices que no faltan. En este caso fue el de Schneider…
FS: Es verdad, hay muchos juegos de palabras; por lo menos este luce más vivo y colorido, y está contado dentro de un código moderno.
RLR: Decís “moderno” y pienso… ¿no te tienen un poco harto los comerciales con raperos o traperos (nunca entiendo la diferencia)? En este reel también hubo algunos.
FS: Lo que no me gusta que se repitan los mismos recursos: la cámara que da vueltas, los chicos divertidos, el chupi… Este tipo de música es tendencia y seguramente apunta a cierto segmento al que le gusta mucho, pero tal como se la está utilizando, todo termina pareciéndose.
RLR: Ustedes producen mucho para otros mercados, ¿hay mucha diferencia con lo que se produce para aquí?
FS: El mercado latino es similar, aunque más básico. El mercado europeo y americano es más sofisticado y tiene más recursos, por lo que resulta más heterogéneo. Varios creativos argentinos que están trabajando afuera aprovechan esas posibilidades y generan cosas diferentes. Igual, todo está cambiando tan rápidamente que es difícil predecir cómo seguirá esta película.
Raúl López Rossi
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