El CEO y fundador de Asteroid Technologies repasó los inicios de la app Háblalo, que busca romper barreras de comunicación y que en su nueva versión 4.0 ofrece una solución para empresas, además de los proyectos de la startup, el impacto de la IA y los planes de expansión.
¿Cómo fue el trayecto de Háblalo desde sus inicios?
Surge de una idea de un proyecto pseudo escolar, porque no lo ejecuté dentro de la escuela, que se me ocurrió cuando tenía 17 años. Mi madre es profesora de sordos y veía cómo no podían acceder a servicios, productos y derechos. Por otro lado, crecí estudiando programación. Cuando terminé la secundaria quería intentar programar algo que pudiera ayudar a la comunidad sorda. Me sorprendió que funcionó muy bien y se empezó a expandir, también entre personas que tenían otras discapacidades. Así nace el objetivo de ser la aplicación para comunicarse, levantar las barreras de la comunicación, ya sea para una persona con parálisis cerebral o de un adulto mayor que quiere comunicarse en la vía pública.
¿Cuál es su alcance?
De un tiempo a esta parte, ya ayudamos a casi 400 mil personas. Hoy es una compañía que co-fundamos con Laura Muchnik y Sergio Cantarovici. Contamos con dos soluciones: una app gratuita para comunicarse, y otra para el mundo de las empresas y las marcas. Háblalo 4.0 es el resultado de la ejecución positiva del modelo de negocio de la empresa, que nace por distintos pilares. Por un lado, porque había que financiar el producto, que no tiene publicidad ni genera dinero. Somos una empresa privada con el objetivo de ser proactivos: no esperamos donaciones, sino que proponemos un cambio cultural suficiente para que una empresa que tiene que pagar por esto, entienda que le conviene hacerlo. Partimos de la premisa de que si en Argentina (según el último censo) hay 2.5 millones de personas con una discapacidad en su comunicación y no los considero, además de una exclusión, es una pérdida de negocio. En este sentido, poner en el bolsillo de la persona una app para que se comunique es insuficiente. Si realmente quisiera crear accesibilidad tendría que adaptar el entorno a la persona. Hoy tenemos 20 clientes y, con lo que ellos pagan, logramos llegar a Háblalo 4.0.
¿Qué novedades trae esta nueva versión?
Es la primera versión que dio un golpe de efecto muy grande en todos sus aspectos: en su funcionalidad, en su servicio, en su soporte. Nos costó 6 años lograrlo. A su vez, ampliamos el espectro de usuarios, incluyendo, por ejemplo, traducción simultánea de idioma, buscando la inclusión en todo sentido. Esta versión tiene una visión de compañía de accesibilidad universal. Nos enfocamos en cómo bajar las barreras desde la tecnología, en cualquier producto o servicio.
¿De qué modo se adapta para las empresas?
En términos de funcionalidad es la misma, pero está hecha a medida de la compañía, es una solución customizada para que la marca conecte con todas las audiencias. Por ejemplo, vos entrás al Banco Santander y te vas a encontrar con una aplicación que es Háblalo Santander o si vas a la sucursal de Megatone podés customizar la app escaneando el código QR para conversar con el chico detrás de la caja. Estamos convencidos de que las organizaciones tienen que ir mucho más rápido para visibilizar y conectar con las audiencias que tienen cualquier necesidad específica o una discapacidad. Trabajamos sobre tres pilares. Uno es desarrollar tecnología e integrar tecnología de terceros. El segundo es el cambio cultural dentro de las organizaciones. El tercero es la comunicación, fundamental para que las marcas den a conocer que la compañía trabaja en bajar las barreras de accesibilidad a su producto o servicio. Además, informar su disponibilidad genera cultura interna y contratando el servicio dan el ejemplo.
¿Cómo se ubican en el contexto de las apps de accesibilidad?
Si lo mirás desde aplicaciones creadas como proyectos sociales hay pocas que sean tan grandes. En Latinoamérica tenés varias, Háblalo es una de las principales en términos de usabilidad. A nivel global, fuimos una de las cinco aplicaciones dentro del documental que hizo Google sobre aplicaciones sociales más usadas. Lo lindo de Háblalo es que es absolutamente gratis. Creo que eso también nos dio un gran alcance en cuanto a la base de usuarios.
¿Creés que faltan iniciativas inclusivas de comunicación?
Hay tecnologías o servicios que impulsaron que crezca mucho. También es un tema cada vez más prioritario a nivel sociocultural. Pero en términos de comunicación, estamos bastante atrasados en el mundo, porque las discapacidades comunicacionales suelen ser las más invisibles. Se asume que la persona con parálisis cerebral no concurre a la sucursal o viene acompañada, entonces se le habla al acompañante. En cuanto a modelo de negocio, nunca encontré a nadie que haga lo que hacemos nosotros. Tenemos un espacio grande para abarcar, pero culturalmente hay que instalarlo.
¿Qué lugar tienen la IA y qué balance hacés de los últimos desarrollos?
Por ahora, venimos aplicándolo internamente. Estamos laburando para que las siguientes versiones integren soluciones de IA, más que nada en los modelos de procesamiento de lenguaje natural, asistiendo a la comunicación. El objetivo a mediano plazo de la compañía va 100% por ahí. Creo que va a ser uno de los puntos de inflexión más grandes en lo que es la accesibilidad desde la tecnología. Hay proyectos increíbles, como Neuralink, de Elon Musk, el chip que te ayuda a controlar una computadora con la mente, que para una persona cuadripléjica es una locura y hace cinco años ni podíamos pensarlo.
¿Cuáles son los principales proyectos de Asteroid?
Hoy hay un foco muy grande en Háblalo como multiherramienta, con subproyectos que se terminan integrando (como soluciones para dislexia), porque buscamos ser la súper app de la accesibilidad. Por ejemplo, Asteroid Labs es un proyecto que vamos a lanzar en breve y estamos trabajando internamente, que es un laboratorio de Inteligencia Artificial aplicado a la accesibilidad. También estamos enfocados en una solución que va a disponibilizar mucho mejor la data de los establecimientos accesibles de Argentina. A su vez, nos estamos transformando en integradores de otras tecnologías que suman al modelo, porque lo que sucede es que nos convertimos en aliados a nivel accesibilidad de las compañías en las que trabajamos.
¿Cómo atravesaste tu trayectoria como emprendedor joven y cómo ves este momento?
Todo momento es un buen momento para emprender. En los momentos difíciles surgen más emprendedores con soluciones innovadoras. La Argentina está construida de ese germen. Lógicamente, es un trayecto complicado, siempre hay algo que te va a faltar, y también muy enriquecedor. Uno aprende todo el día de millones de cosas al mismo tiempo y se te exige saber de muchas cosas: ser capaz de pivotear, pensar estrategias, dirigir equipos. No creo que haya un máster que te termine de dar todo lo que necesitás para hacerlo bien. Al final, cada uno construye su propio trayecto. Creo que nosotros le agregamos un desafío extra: en muchos aspectos, tuvimos que romper el hielo para instalar ideas y procesos relacionados a la accesibilidad.
¿Qué planes de expansión tienen?
Si bien los tres socios elegimos vivir en Argentina y amamos este país, pensamos una compañía que pudiera tener escala global y lo estamos logrando, porque nos estamos expandiendo a nivel regional. Muy probablemente el 2024 sea el año de la expansión, pero este año ya arrancamos con mercados de la región, con muchas oportunidades en Chile, Uruguay y México. Es todo un desafío por el trabajo de sensibilización, pero Argentina ha sido una gran validación. Creemos que la inclusión y la accesibilidad no son una moda y por eso diseñamos esta compañía muy a largo plazo, invirtiendo recursos propios para poder hacerlo. En este momento es muy difícil capturar el talento y trabajamos mucho en pos de generar una cultura que sienta que lo que está haciendo genera un cambio. Se está construyendo la revolución de la inclusión con las compañías que se asocian a invertir en accesibilidad.
Magalí Sztejn