La clase comenzó con breves presentaciones de los asistentes, evidenciado un auditorio diverso: desde estudiantes de publicidad hasta empleados estatales y emprendedores de proyectos que involucran la oratoria, la música o el diseño se acercaron a escuchar a Del Campo, quien, a lo largo de más de tres horas, dio cuenta de su experiencia y conocimiento. “Soy director creativo antes que redactor, porque era más nutritivo trabajar con chicos más chicos, siendo yo también joven”, reflexionó sobre sus comienzos, destacando además la importancia de constituir equipos diversos y ocuparse de motivarlos. En cuanto al trabajo realizado con Del Campo Saatchi & Saatchi, recordó que la crisis de 2001 que atravesó la Argentina significó una oportunidad para la agencia, al permitirle desarrollar contenido para la red global: “En Buenos Aires llegamos a ser 140 personas. Éramos baratos y la base de talento global. No se nos pedían grandes resultados, pero empezamos a traerlos. Yo no entendía mucho del negocio, más que se trataba de tener ideas”, sintetizó, señalando que, sea cual fuere el futuro de la publicidad, las marcas siempre van a precisar de ellas.
Fue entonces que ideó el libro llamado “Thirty Page Book”, donde se propuso registrar las ideas transformadoras, inspiradoras, out of the box, pero nunca llegó a completarlo, en parte porque nunca encontró tantas y también porque se fue de la agencia. Sin embargo, teniendo en cuenta que a lo que siempre había dedicado mayor cuidado fue a la agencia como marca y que considera a la publicidad como una actividad comercial relacionada con el entretenimiento, decidió iniciar un recorrido por nuevos negocios con Del Campo Global.
Además de publicar varios libros, fue el responsable de traer a la Argentina la obra “Casi normales”, que se convirtió en un éxito de taquilla. Según entiende, esta repercusión estuvo relacionada con el hecho de convertir una pieza teatral en una marca (basándose en los fundamentos expuestos en el libro “Lovemarks”) con una campaña que generó una lealtad más allá de la razón. Sumado a ello, el ingreso en una industria con una mirada virgen, ajena a los condicionamientos, también sirvió, si bien hoy ya tiene varios proyectos teatrales a cuestas.