El próximo día 23 de octubre, en Londres, la FIFA le concederá el Premio Puskás al mejor gol de 2016. Entre os candidatos están verdaderas “pinturas” de todas las partes del mundo. Pero para la ABTO – Asociación Brasilera de Trasplante de Órganos, el mejor gol del año no está en la lista. Él ocurrió fuera de la cancha, en julio de este año. Para salvar la vida de su sobrino Milo, el futbolista argentino Alejandro Benítez, más conocido como Lulo, dejó su carrera de lado y le donó una parte del hígado al chico, que en la época tenía 9 meses.
La noticia fue divulgada en los principales diarios de Argentina y también en algunos medios de comunicación de Brasil. Lulo Benítez, de Central Larroque, equipo que milita en el Federal C, no dudó ni un segundo en hacer a un lado su carrera cuando descubrió que era compatible para donarle una parte de su hígado al hijo de su hermana melliza, que sufría de una obstrucción biliar y que necesitaba de un trasplante.