El CEO de la agencia hizo un balance sobre el primer aniversario en el puesto y al frente del equipo. Reafirmando su decisión, evaluó los desafíos con los que se encontró y adelantó los proyectos que tienen por delante.
—¿Cómo fue este primer año en el puesto de CEO en Niña?
—Fue algo súper natural. Hubo, desde el momento cero, una comunión perfecta con los socios en cuanto a la forma de ver la comunicación, la forma de liderar, la forma de vincularse con los clientes, el amor por la industria y el laburo. Aún más importante, creo que tenemos valores muy similares, donde destacó la priorización de lo humano (tanto interna como externamente), la honestidad intelectual y la búsqueda de aprender constantemente. Sin que nada de lo anterior deje de sumar valor a los clientes y al negocio de la agencia. También pesó el montón de gente talentosa que ya conocía, otro montón de gente talentosa que fui conociendo y otro tanto que se fue sumando durante este tiempo. Un año después de sumarme a Niña, hoy se reafirma esa decisión.
—¿Con qué desafíos te encontraste?
—Más allá de lo que pasa siempre que llegas a un lugar nuevo, donde es clave entender qué necesita cambiar y qué necesita seguir como está, y no dejar que el ego se interponga en esa decisión, el principal desafío fue (y es) proyectar la agencia y sus unidades de negocio al exterior, preparar y seleccionar el talento idóneo para eso, revisar los procesos que hoy nos permiten operar para clientes en otros mercados, sin nunca dejar de cuidar a nuestros clientes locales.
—¿Y respecto al equipo?
—Es un equipo muy talentoso, pero aportan mucho más que eso. Empujan muchísimo. Tienen un enorme compromiso con las marcas y sus negocios, así como con la agencia. Son flexibles, saben adaptarse y constantemente buscan aprender, mejorar. Esto te desafía todos los días, te sube la vara, es genial.
—¿Qué balance hacés de este período?
—Enormemente positivo. Soy muy feliz en Niña. Después de un recorrido larguísimo en comunicación, habiendo pasado por grandes agencias de red y pequeñas agencias boutique, habiendo trabajado para todo tipo de cliente, desde la corporación más grande del mundo al startup más joven que puedas imaginar, con presupuestos millonarios en dólares o, literalmente, sin un peso de presupuesto, hoy puedo afirmar, sin lugar a dudas, que encontré el lugar que no sabía que buscaba. En el último año, logramos que la agencia crezca en talento, clientes y revenue. Todo lo hicimos sin nunca renunciar a la idea de construir un lugar sano: para quienes trabajan acá, para nuestros clientes y partners, para el trabajo e, incluso, para las finanzas. Estoy muy agradecido por la confianza y el espacio que me dieron Gonza, Cambá y Jean Paul, así como por la forma en que me recibió el resto del equipo, y voy a seguir trabajando para devolvérselos. Sigo sosteniendo una meta clara: impulsar a la agencia a seguir en movimiento, a seguir rebelándose contra la conformidad. Siempre hay algo más para hacer, como ayudar al equipo a seguir creciendo, subir aún más la vara del trabajo que entregamos, sumar nuevos proyectos y unidades de negocio, expandirnos aún a más mercados, hacer cada vez mejor lo que hacemos y la lista sigue. Todo esto lo logramos en estos 12 meses que pasaron, pero el desafío no termina nunca. Con eso en mente, será no dejarse llevar por la ansiedad propia y de la industria, ya que no hay recetas mágicas, sólo hay laburo, laburo, laburo.
—¿Cómo fue tu contribución al crecimiento local y regional de la agencia?
—El crecimiento de los últimos meses no se podría haber logrado sin una mirada que abarque el talento de nuestro equipo, las necesidades y oportunidades de nuestros clientes, que adopte las nuevas herramientas y tecnologías, que repiense permanentemente nuestra forma de trabajar y nuestros procesos, mientras que entiende y anticipa el contexto complejo. Desde mi rol, apoyándome en toda la estructura de la agencia y en mi experiencia, busqué aportar esa mirada holística y de equilibrio que nos permita construir una agencia sana laboral, cultural y financieramente.
—¿Cómo ves hoy la industria y cuáles creés que son sus principales retos?
—Es un momento súper desafiante, tanto a nivel global, como regional y local. Venimos de varios años de una economía global movilizada, donde Argentina es la hipérbole de eso. Los saltos tecnológicos son cada vez más grandes y más frecuentes. Las transformaciones culturales son profundas y globales. El cambiante panorama del talento en general. El mundo post-pandemia, tratando de entender hacía dónde va. Son un montón de cosas que hacen que sea uno de los momentos más complejos y divertidos para estar en esta industria. Creo que el principal reto en este contexto es saber adaptarse, saber cambiar, sin perder el norte ni el objetivo: estamos acá para construir puentes entre las marcas y los consumidores. Las ideas, el pensamiento creativo, siempre van a ser requeridos y siempre van a sumar valor. No podemos dejarnos llevar por proyecciones distópicas, ni buscar excusas en los cambios culturales o tecnológicos, sino que, por el contrario, tenemos que abrazarlos y sumarlos a nuestros procesos de trabajo.
—¿De qué modo está impactando la IA y qué rol ocupa la creatividad?
—Es una gran herramienta. Suma mucho valor. Desde hace varios meses que venimos incorporándola en distintos procesos de la agencia: research, estrategia, reportes y creatividad, principalmente. Como todo avance tecnológico, no hay que tenerle miedo, hay que bajar el drama y ponerle tiempo para aprender a hacerla rendir cada vez más. La clave sigue siendo el talento que la opera.
—¿Qué proyectos tienen por delante?
—Más allá de los proyectos puntuales, que son muchos (y, por suerte, pronto verán), creo que tenemos, principalmente, dos grandes desafíos. Hacia los anunciantes, debemos seguir atendiendo (y anticipando, cuando sea posible) la sofisticación y personalización que demandan las marcas actualmente, profundizando la profesionalización en cada servicio con la construcción de equipos y unidades de negocio dedicados, tales como Blíster y P?NK. De cara a nuestro equipo, seguir trabajando para transformarnos en un espacio donde el talento pueda formarse, desarrollarse y crecer.
