Si bien el Big Box ofrece comida abundante para los que buscan cantidad y variedad (contiene dos piezas de pollo, dos acompañamientos y una gaseosa), no deja de ser una comida individual desde el punto de vista del negocio. Es por eso que se ha posicionado como un producto que es demasiado bueno para compartir.
“Partimos del insight creativo de que en un mundo en el que compartir es lo más correcto e incluso deseado, la comida sigue siendo algo muy personal y difícil de compartir. Saber NO compartir un Big Box, se vuelve un juego en el que todo se vale; aún si eso implica dejar a tu novia sola con su apuesto y sensual instructor de baile para que tu puedas ir a disfrutar un Big Box solo”, comentaron Uriel Sánchez y Carlos Perk, Directores Creativos de Ogilvy Miami.
“Mostrar cómo nuestro protagonista utiliza su ingenio y encanto para no compartir, refleja el tono y modo en el que KFC te ofrece la solución perfecta para salirte con la tuya y satisfacer tu antojo. Algo muy en línea con nuestro target y casi aspiracional para nuestra región”, concluyó Alan Ehrenhaus Group Business Leader de Ogilvy Miami.