¿Cómo fue la experiencia de acompañar esta campaña mundialista de Quilmes?
Esta es nuestra segunda experiencia trabajando con Quilmes y en un Mundial. La primera fue en el 2014 llegando a la final, es decir que los acompañamos en la comunicación de la marca durante los 7 partidos. El año pasado volvimos a repetir comunicando los 7 partidos, pero el final ya lo sabemos todos.
¿Cómo recibieron este desafío desde la agencia y cómo lo implementaron?
Siempre es un desafío trabajar con clientes como Quilmes; volvimos a ser partners desde julio del año pasado y el desafío fue doble, ya que además debíamos afrontar un Mundial. Uno cuando trabaja para marcas que son emblemáticas para este tipo de eventos lo vive de manera diferente, hasta en algún punto se siente parte del evento. Todos los partidos estás pendiente de qué contenido hay que subir en la previa y en el post partido; es un evento que requiere atención diaria, se vive de otra manera.
¿Qué balance hacés del impacto que tuvo la campaña?
Cuando nos mostraron los primeros bocetos del contenido de la marca nos dimos cuenta de que iba a tener un gran impacto y que sin lugar a dudas iba a ser la marca que represente el sentimiento argentino. Un gran trabajo donde la marca encontró un insight que aún hoy sigue vigente. Realmente es un orgullo haber sido parte de un nuevo Mundial junto a Quilmes, y tuvimos una coincidencia más: llegamos a la final, pero esta vez trajimos la Copa.