Sobre la decisión de aceptar la oferta de Young, Grandal dice: “En DDB hubo varios objetivos que fuimos cumpliendo. Pensamos que habíamos ganado los premios que habíamos querido ganar, trabajamos para los clientes que queríamos trabajar; y también pesaba el tema de dónde nos estaban llamando, que era Young, desafíos nuevos, y un crecimiento que no podíamos dejar pasar. Tchechenistky agrega: “Sentíamos que como está estructurado el mercado argentino, no teníamos opción de ir a otro lado. Parecía un paso lógico. Primero lo dudamos mucho, pero dijimos este es el momento”.
En cuanto a los primeros desafíos que enfrentaron a su llegada, Cheche afirma: “Acá estaba Martín Mercado, que en cinco años mirá todo lo que consiguió, y antes todos los que pasaron y ¿ahora qué?. Es un desafío difícil, pero por otro lado pensamos que acá tendríamos que tener más posibilidades”. Grandal comenta: “Nos encontramos con un muy buen equipo de gente, a nivel profesional y humano. Nos estamos enfocando en esa gente y energía para a hacer una agencia más integral, que nos vean de afuera y les guste todo el trabajo que hacemos. Los comerciales son buenísimos, pero que también podamos explotar más la parte 360º, la parte digital, que es una cuenta pendiente. Tenemos la gente para hacerlo, es el principal desafío; y lo que siempre hicimos, enfocarnos en el trabajo y estar cerca de los clientes, que también es un nuevo desafío, generar confianza”. Para Cheche, “otro de los desafíos es, que nos pidió Tony Granger (Director Creativo mundial), integrar a la oficina de Argentina con la red. Nos pidieron ser parte del board y que Argentina sea una oficina importante para la región, que por distintos motivos, en los últimos 30 años hubo un management muy local que no puso demasiado énfasis en hacer este networking.