Los niños y niñas participaron en una variedad de juegos Kermesse y recreativos que fomentaron la colaboración en equipos y estimularon la interacción entre ellos.
Uno de los aspectos de esta edición fue la dedicación a estimular los sentidos. Los pequeños exploraron experiencias sensoriales diseñadas para activar los cinco sentidos principales: vista, sonido, olfato, gusto y tacto. Además, se incorporaron dos sentidos menos conocidos: el sentido vestibular, relacionado con el equilibrio, y el sentido propioceptivo, que se refiere a la percepción del cuerpo en relación con el entorno.
El evento fue estructurado con especial atención a las diferentes edades de los participantes. Se organizaron postas de juegos en los 4 pisos de la oficina, cada una diseñada para las necesidades y preferencias de cada grupo de edad.